sábado, 17 de noviembre de 2012

Nuestra diosa interna ...




" Ven, Vesta, a vivir en esta bonita casa. Ven acompañada de gratos sentimientos de amistad. Trae tu inteligencia, tu energía y tu pasión, junto con tus buenas obras. Confío en que ardas siempre en mi alma. Te doy la bienvenida. Te recuerdo ..."  (Himno Homérico)

Vesta era la diosa más amada por las romanas. En los tiempos de hoy, representa nuestro yo interior, aquel que nos anima a sosegarnos, a sentarnos con una actitud contemplativa, a escuchar, a disfrutar de nuestra vida cotidiana, a vivir a través de nuestros sentidos más que a través de nuestro cerebro, a crear un mundo interior que nos de seguridad y serenidad, aislado del mundo, a fin de proteger todo aquello que queremos.

Hay días en que Vesta desaparece; son aquellos días en que no  estamos centrados, hemos perdido el contacto con el poder sanador de nuestro interior. Nos hemos alejado de ese lugar y no sabemos volver por el camino de la comodidad, la luz y el calor ...

Sólo hay que tomar un punto de referencia, ése que siempre ha estado ahí, el que nos ha definido en todo momento, y encontraremos la manera de volver sobre nuestros pasos ...


2 comentarios: